lunes, junio 26, 2006

A La Belleza

Puta de los ojos que acaricias mi animal,
Ansío aborrecerte tanto como te ansío a ti misma,
Escupo en tu nombre a la vez que me baño contigo.
Quisiera, como cualquiera, tener el Valor que tubo Arthur
Y sentarte en mis muslos y follarte hasta que me asquee. Aborrecerte.
¡Maldita, pero que imposible es!
Si con tu encanto cualquiera logra ser Musa;
Corrompes mi labor al buscar tu sinceridad.
Si apareciendo levemente me desgarras el pecho.
Tembloroso, el valor se esfuma ante tu cercanía
Asfixiando la mente que nublada te toca y te ama,
Hasta el corazón se entorpece
Frente al semblante seguro de tu existir.
Hoy quiero escupirte. Masticarte y botarte pegoteada
O emborracharme hasta cegar la mente y vomitarte
Como Arthur quizás no pudo.
Hoy te aborrezco a tal punto
Que la tranquila respiración de la tarde
Desgarra la garganta
Con el Vaho ardiente del odio.
Tal el odio que mis ojos en ascuas asfixian la mirada
De mis compañeros que te halagan.
Tal el odio que mis manos quitan los cabellos de mi cabeza
Como si estuviesen arañando tus entrañas
Tal el odio que mi saliva se embriaga de acidez
Y corroe mis chillantes dientes, desgastados ya
Por el constante roce de estos.
Pero es que estas tan cercana que Muerdo tus labios
Hasta blanquear de rojo mi lengua
*Y te abrazo al punto de enterrarte mis uñas, mis dedos, mis manos
Y te penetro hasta el punto de unir tu cabeza con mis iracundas gónadas
Y te beso nuevamente hasta expropiar tus dientes
Y dejarte, tiernamente, sin mandíbula activa.
Si, es todo por amor.
Pero es que tanto te odio; hasta rezo por ti
En el momento de verte y saber que no te ame a ti
Si no a otra falsa musa con tu don
Detén tu carrera por favor.
Pero no en el espejo, jamás ahí